Mi paso por ARCO MADRID 2023 –y más-

Tras varios años sin acudir a causa de la pandemia de COVI19, tenía muchas ganas y expectativas de asistir y ver todo lo bueno que se hace alrededor de la feria. Así lo he hecho este año y una de las cosas que más me han interesado han sido las exposiciones que pude visitar, como la del artista Lucian Freud en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

Me pareció una muestra interesantísima compuesta por muchas obras. Vi claramente que su obra al natural no tiene nada que ver apreciarla in situ o en foto, ya que adquiere cantidad de matices que no se aprecian en las imágenes. Además, siempre me ha interesado Freud, sobre todo por la carnalidad humana que tiene al expresar todo lo que realiza.

Me gustó mucho sobre todo ver su evolución, esto es, qué es lo que hizo en un principio y luego, tras conocer la obra de Francis Bacon y visitarle en su estudio, cómo cambió totalmente su forma de expresarse influenciado por él. Me gustó mucho ver esa diferencia, porque al principio era más sensible, pero después toma una potencia muy grande.

Además de esta exposición, acudí también a una muestra en una galería muy especial, situada en un piso, en concreto: la galería Aina Nowack /ACC. Allí pude ver una exposición de la artista holandesa Claudy Jonstra, que por vez primera exponía en España. Me la recomendaron por el tipo de obra que elabora, trabando mucho la naturaleza. Dicha artista crea, concretamente, con lana de oveja teñida, pero para esto ella cría sus propios animales con un pelo especial.

Asimismo, Jonstra germina sus propias plantas para extraer de allí sus tintes. Con todo ello, la holandesa crea unas formas abstractas y unos coloridos impresionantes. Por si esto fuera poco, nada de lo que elabora afecta a la naturaleza, ya que no emplea para ello nada de colas ni látex. Solamente trabaja amalgamando la lana mojada.

Otra de las exposiciones que pude ver fue la de Leonora Carrington en la Fundación MAPFRE, una artista surrealista que ofrecía una exposición muy extensa, que me gustó mucho. Se trataba, exactamente, de una recopilación de toda su trayectoria artística. Un trabajo muy interesante, sobre todo porque también experimento con el surrealismo y me interesa mucho conocer qué se hace por el mundo, pero sin desengancharme nunca de la realidad, como en el realismo mágico. No tiene nada que ver, ya que dicha artista es mucho más surrealista, pero me encantó ver cómo estaba de bien trabajada la obra. No hay más que ver las colas que había para apreciar dichas exposiciones.

Por otro lado, en La CaixaForum vi PRINT3D, arte en tres dimensiones; me pareció espectacular. Una muestra muy bien explicada mediante cartelería, con la que me di cuenta de la cantidad de usos que tienen las 3D; ahora todo el diseño pasa por la tercera dimensión.

Centrándonos ya en ARCO MADRID de este año, acudí acompañada de varias amigas del mundo del arte como es Inés Ramseyer, de la Fundación Ramseyer Dayer. Entre otros muchos e interesantes expositores, hubo una exposición que nos atrajo y vimos, concretamente, un cuadro que suscitó nuestro interés. Nos acercamos a él para apreciarlo mejor y fue entonces cuando Ramseyer puso la mano de tal forma que la obra tomó mucha fuerza; y me llamó la atención: “Espera, espera”, le comenté. Esta es la instantánea que saqué y que acompaña este texto.

Anécdotas personales aparte, en la feria vimos muchas, muchas obras, algunas de ellas muy interesantes. De todas ellas, a mí sobre todo me gusta ver la inteligencia con la que están elaboradas. Es decir, esa inteligencia que no sabes cómo se ha hecho, o que tienes que dilucidar mucho para apreciar cómo se ha podido llevarlo a cabo. Había muchas obras que llamaban la atención por eso, otras que, en cambio, entran por el ojo directamente, como la foto de la mano que he citado anteriormente: en el cuadro ves una cosa y, al fotografiarlo, ves lo que realmente es.

Nisa Goiburu visita la feria ARCO en Madrid

En resumen, un fin de semana maravilloso con muchos colores, formas y estilos, muy enriquecedor, con una conclusión que me ha quedado en mente: no se puede copiar a otro artista. Te pueden salir cosas parecidas, como las que vi en la muestra, pero igual es difícil; el universo ya se encarga de ver hasta dónde podemos alcanzar.